Nacido en Weimar 8-3-1714, muerto en Hamburgo, l4-12-1788.1 Quinto hijo, pero segundo vivo, de Johann Sebastian B. y de María Bárbara. Siguió los cursos de Sankt-Thomas; en 1731 comenzó sus estudios de Derecho en Leipzig y los continuó en Frankfurt/Oder. En 1734 se distinguía como instrumentista, profesor y compositor. Aunque recibió la formación de su padre, evolucionó muy rápidamente hacia un estilo homófono y “sensible” (empfindsam) a la moda del tiempo. En lugar de convertirse en preceptor, entró en 1738 en la orquesta del príncipe heredero de Prusia en Ruppin y trabó amistad con los hermanos Graun y J. J. Quantz. Siguió a Federico II a Potsdam cuando éste accedió al trono. En 1741 ostentaba el título de “Kammercembalisilt”. También fue maestro de su hermanastro Johann Christian y de Fr. W. Rust. Como la vida musical en Potsdam periclitaba y sus dificultades con los compositores y teóricos berlineses iban aumentando, C. Ph. E. intentó dejar su empleo en la Corte. Después de gestiones inútiles para obtener el puesto de cantor en Braunschweig, y luego en Zittau (al mismo tiempo que su hermano Friedemann), obtuvo en 176’7 el de Director Musices de Hamburgo, sucediendo así a su padrino G. Ph. Telemann. Para obtener este importante y lucrativo cargo, había presentado un gran Magnificat en re mayor, que databa del principio de sus años berlineses y que revelaba una mezcla de estilos bastante curiosa. A partir de esta lecha y hasta su muerte, se ocupó de la cantoría de Johanneum, colegio latino como Sankt-Thomas, y de la de las cinco principales iglesias de Hamburgo, tarea agotadora si se piensa que en un solo año estas iglesias ofrecieron cerca de doscientas manilestaciones musicales y unas diez Pasiones. C. Ph. E. dio un gran impulso a la vida musical de Hamburgo, nc sólo por su abundante producción personal, sino dando a conocer el Mesías de Haendel, el Stabat Mater de J. Haydn, Ia Misa en si de su padre y el Requiem de Jommelli. Gracias a su hermano mayor entró en relación con Forkel; en 1770 recibió la visita de Ch. Burney, a quien debemos indicaciones preciosas sobre su vida, sus obras o su manera de tocar el clavicordio.
C. Ph. E. es el único hijo de Johann Sebastian B. que ha triunfado totalmente en su carrera; su música fue ampliamente difundida mientras vivía; fue un maestro rico y considerado. Su producción es extraordinariamente abundante: cientos de oratorios y de cantatas, en las que no rechazó la idea de tomar páginas de su padre; un número todavía mayor de odas y cánticos espirituales (se mencionarán los lieder de la colección escrita sobre textos de Sturn; algunos de ellos son verdaderos lieder románticos anticipados). Para orquesta unas 20 sinfonías y más de 50 conciertos para uno o dos instrumentos de teclado, que son interiores a la producción de sus tres hermanos en este campo. Sin embargo, hay que citar el Concierto en re menor, que a veces hace pensar en Beethoven. En su música de cámara C. Ph. E. B. evoluciona hacia las formas y el lenguaje clásicos del trío y del cuarteto. Pero la parte más original de su producción se encuentra probablemente en las obras para teclado. De esta enorme producción emergen las colecciones de los Pr¿¿;ssische Sonaten, Württembergische Sonaten y, sobre todo, las 6 colecciones de sonatas, fantasías y rondós destinados a los <aficionados>, publicados de 1779 a 1787. Su Versuch über die wahre Art…, <Ensayo sobre la manera verdadera de tocar el teclado) (1753), resume, junto con los tratados paralelos de J. J. Quantz y de L. Mozart, la estética musical del s. XVIII. En la medida en que hoy se conoce mejor la obra de sus hermanos, está claro que C. Ph. E. es inferior a ellos en grados distintos: a Friedemann por el genio profético, a Johann Christoph por el equilibrio clásico y a Johann Christiann por la luz vienesa. Pero las seis colecciones para aficionados (Leipzig, 1779-87) y las sinfonías de 1780 justifican ante nuestros ojos la admiración que le profesaba Haydn: <Emanuel B. es el padre, nosotros somos sus hijos>. Su estilo, que a veces no vacila ante lo extraño, está hecho de sensibilidad e investigaciones instrumentales. Ha puesto a punto la (forma sonata), (inventada) por su hermano mayor, y ha buscado la belleza melódica inspirada en el bel canto de Hasse. Intentó traducir los afectos del alma hasta el límite de lo extraño: una de las piezas más famosas mientras vivía se titula C. P. E. B.s Empfindungen; está en fa sostenido menor y el autógrafo de esta página para violín y teclado lleva la indicación <muy triste y lo más lento posible>… Otra vez se esforzó por poner en música -el prefacio es muy explícito- una conversación entre un tempetamento sanguíneo y uno melancólico.





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