¿Dónde se almacena el correo de GMail? ¿Y los blogs de Blogspot? ¿Las fotos de Picasa? ¿Los contenidos de GoogleDocs? ¿En qué lugar se hospedan los datos de las empresas que usan estos servicios de manera profesional? Google tiene desde sus inicios sus propios centros de datos. Parte de su esencia es ser tecnológica y energéticamente autosuficiente. Conseguido el primer reto, los ingenieros de Google buscan ahora el ahorro energético.

La empresa ha celebrado en Zúrich el Data Center Summit, un encuentro para sentar las bases sobre los centros de datos del futuro y asumir compromisos con la ecología y la sostenibilidad. Esta preocupación no surge de manera espontánea, pues hace tiempo que es un reto, pero los últimos datos de Greenpeace han hecho saltar las alarmas. La ONG publicó en abril un estudio en el que se reflejaba que el 2% del consumo mundial de energía provenía de tecnologías de la información.

Google cuenta con varios estos centros en todo el mundo. Y pone la vista en Europa, donde destacan el de Finlandia y otro más en Bélgica. La empresa del buscador está especialmente orgullosa de su instalación en Hamina, Finlandia, donde utiliza el agua de mar para enfriar sus servidores. A partir de la canalización para este mismo fin de una antigua fábrica de papel, han creado un servidor con esta refrigeración. Este ejercicio de reingeniería y reciclaje puede dar buenos resultados. Según Urs Hoelzle, vicepresidente de Ingeniería en Google y uno de sus 10 primeros empleados, la mayor preocupación reside en no crear un trastorno medioambiental en la zona. Así, se toma el agua para enfriar el centro y se devuelve al mar a una temperatura cercana a la que tenía al entrar en el circuito. No es la única alternativa que se plantean. Durante el encuentro en Zúrich, Google desveló su inversión de 55 millones de dólares (algo más de 38 millones de euros) en una central eólica en el desierto de Mojave, de donde tomará la energía para proveer a sus centros de datos.

Benjamin Kott, responsable de energía limpia de Google para Europa, mostró el deseo de la empresa de invertir en centros de este tipo en Europa, tanto en energía solar como eólica. “España, Francia o Reino Unido pueden ser los siguientes lugares; lo estamos siguiendo con gran interés. Sin embargo, en Alemania es donde encontramos un marco legal y fiscal más fiable y atractivo”, concluyó el directivo.

Durante el evento, al que fue invitado este diario, tomaron la palabra representantes del sector. Dileep Bhandarkar, veterano especialista en la materia de Microsoft, relató su experiencia de varios lustros para llegar a una conclusión. El ahorro merecen. Según Google, invertir 25.000 dólares en acondicionar una sala del centro de datos puede ahorrar 60.000 dólares al año. Parece que hay compañías a las que les gusta tirar el dinero por la ventana.

Así, Mark Eichenberger, responsable de los servidores del banco UBS mostró su preocupación por la seguridad. Algo lógico, teniendo en cuenta a qué se dedica su empresa. Dean Nelson, su homónimo en eBay, insistió en su necesidad imperiosa de encontrar la manera de crecer según la demanda de los usuarios sin perder calidad. “Nuestra previsión de crecimiento con PayPal es de un 25% este año. El tráfico desde móviles se ha cuadruplicado en los dos últimos años. O mejoramos lo que hacemos ahora o no podremos pagar las facturas”, añadió. En este sentido, su apuesta consiste en explorar los límites del enfriamiento de estos centros con corrientes de aire. (El Pais)

 





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