Media blogosfera anda tratando de decidirse entre adorar el nuevo iBooks  Author por su facilidad de uso y la versatilidad de los libros interactivos  que puede producir o condenarlo a la hoguera a causa de unas condiciones de  uso cuanto menos poco claras. El punto conflictivo trata acerca de la  distribución de nuestro trabajo, condicionando su venta forzosamente a su  distribución a través de la iBookstore.

¿Significa esto que no podemos vender nuestro libro en ningún otro formato? A  algunos les preocupa que así sea, exigiendo una aclaración por parte de Apple  que yo mismo considero necesaria aunque tan solo sea para tranquilizar los  ánimos más temerosos. Pero lo cierto es que no, Apple no quiere ser dueña de  nuestro contenido, sino de su formato.

El nuevo formato .ibooks es notablemente más avanzado incluso que la última  versión del formato .epub, y aunque Apple podría haber optado por seguir una  estrategia similar a la de Microsoft en los 90, haciendo añadidos a este  estándar como hicieron los chicos de Redmond con Internet Explorer y el  lenguaje HTML, intentando adueñarse de él a través de su cuota de mercado y  produciendo una fuente interminable de dolores de cabeza a los diseñadores web  durante toda una década, la política de la manzana ha sido la de soportar  ambos formatos de forma paralela sin liar las cosas.

Dicho esto y en vista de que la condición de marras tan solo aparece cuando  seleccionamos el formato iBooks, y no para PDF o Texto, en realidad queda  clara la intención de Apple en todo este asunto: simple y llanamente  asegurarse el 30% de los ingresos generados por los libros producidos con  iBooks Author en el nuevo formato.

Esto no los convierte precisamente en unos santos sino simplemente en una  empresa que pretende amortizar lo que ellos consideran un salto cualitativo en  los libros de texto en particular y los libros interactivos en general.  Podrían haber puesto un precio a la herramienta y venderla igual que Adobe  hace con InDesign, pero en lugar de eso han optado por un camino en el que no  se hace distinción entre profesionales y particulares: cualquiera puede  descargarla, diseñar un libro, y ponerlo a la venta en la iBookstore o para  descarga gratuita en su propia página.

Así que volviendo a la pregunta original, una vez más, NO, Apple no será nunca  dueña y señora de tus textos, animaciones, fotografías y vídeos por mucho que  decidas o no publicarlos en la iBookstore; de lo que es dueña es del cemento  que los unen en un libro de lo más vistoso. Si quieres, puedes venderlos donde  quieras y como quieras en PDF o ePub prescindiendo de su interacción; o volver  a mezclar los ingredientes por tu cuenta en forma de aplicación mediante un  framework como Baker o cualquier otro sistema. Definitivamente no será tan  sencillo e intuitivo, pero si es lo que quieres, puedes hacerlo.

Fuente: applesfera.com





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