La Cueva de Nerja, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la Prehistoria, es un valioso patrimonio que se encuentra a orillas del Mediterráneo, a un kilómetro de la localidad de Maro, en Málaga, España.

Con una longitud de 4.283 metros, esta puerta que conduce a las entrañas de la tierra fue descubierta el 12 de enero de 1959 por un grupo de investigadores que la denominaron inicialmente como Cueva de las Maravillas. Dos años después, en 1961 fue declarada Monumento Histórico Artístico y es en la actualidad, uno de los monumentos naturales más concurridos de Andalucía con más de medio millón de visitas al año.

Dividida en tres zonas principales, galerías turísticas o bajas, galerías altas y galerías nuevas, no todas son transitables; solo un tercio de la cueva puede recorrerse sin restricciones y es la perteneciente al primer grupo de galerías, donde el acceso es fácil en virtud de la amplitud y altura de sus salas. Es posible acceder a la cueva por cualquiera de las dos bocas naturales u otra habilitada artificialmente en 1960. A las Galerías Altas y Nuevas se accede por un estrecho paso en alto situado en la Sala del Cataclismo pero no son visitables.

La importancia de la cueva radica en que representa casi todos los tipos de formaciones conocidas y el visitante queda impactado por las salas plagadas de estalactitas; cuenta incluso con su propio mirador en la Sala del Elefante desde donde es posible contemplar el extraordinario espectáculo de estalactitas y estalagmitas que pueblan techos y suelos.

La gruta sirve además, como escenario de espectáculos culturales ya que en la Sala de la Cascada o la del Ballet se representan los Festivales de Música y Danza de la localidad y la gigantesca columna central de la Sala del Cataclismo, figura en el libro Guinness de récords, como la mayor del mundo.

A la belleza propia de las formaciones naturales, se suman más de una veintena de pinturas rupestres que se fechan en la etapa auriñaerense. En la Sala del Vestíbulo hay un yacimiento arqueológico y una vitrina con paneles de pinturas, restos humanos y útiles hallados en la cueva, en la de la Torca se encuentran pinturas antropomórficas en tanto que en la Sala de los Fantasmas, predominan las representaciones simbólicas y de animales.

Restos testigos del enterramiento de una mujer del 6.300 a.C, o la huella de una sacudida sísmica de hace 800.000 años en la comarca, son otras de las extraordinarias vivencias que la Cueva de Nerja regalará al asombrado visitante.

Fuente: eViajando.com





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