El título que ofrece diferentes propuestas, entre las que se incluyen controlar a un aspirante a jedi, a un poderoso Rancor, pilotar vainas y hasta bailar. Un título entretenido que aprovecha bastante bien el sensor, pero que no es ni mucho menos la experiencia Star Wars definitiva.

Lo mejor:

– El control, aunque con fallos de detección, está bastante conseguido.

– La mezcla de modos de juego es muy extraña, aunque original.

Lo peor:

– Los diferentes desarrollos sorprenden en las primeras tomas de contacto, pero no tarda en cansar.

– Que no podamos controlar hacia dónde se dirige el jedi en el modo historia, más allá de esquivar, saltar, etc.

Los juegos de Xbox 360 no suelen aprovechar demasiado bien el sensor de movimiento para disfrutar en solitario y durante unas cuantas horas. Además, su nivel de innovación, lo que realmente aportan es más que dudoso.

Cierto es que los juegos de baile o los party games (Kinect Sports, Kinect Adventures, Just Dance, Dance Central, Michael Jackson, Adventures en Disneyland, Kinect Rush, etc.) para el sensor de Microsoft van un paso más allá de lo visto en Wii, pero cierto es también que la experiencia es muy similar. La tecnología de Kinect era más jugosa que el Wiimote y queríamos más de ella.

Cuando uno se pone a analizar Kinect Star Wars, piensa en referentes dentro de los juegos basados en el movimiento y, por supuesto, en las decenas de adaptaciones que hemos visto de la saga galáctica por antonomasia. Y el asunto es que si miramos a ambos lados, el juego de Microsoft consigue aportar en cierta medida: por un lado, cuenta con un modo historia que sorprende de primeras; y, por otro, nos permite hacer uso de la Fuerza de una forma razonablemente inédito.

El problema principal de Kinect Star Wars es que es un compendio un tanto incoherente de propuestas -normalmente para uno o dos jugadores simultáneos- no demasiado profundas, con una diversión limitada. El título ofrece cinco modos de juego que podemos jugar junto a un amigo: Destino Jedi, Baile, Rancor, Carreras de vainas y Duelos del destino.

Destino Jedi es un modo historia en el que encarnamos a un joven padawan en un guión bastante simple que bien podría ser un episodio de la serie Las guerras clon. Es una especie de arcade sobre raíles en el que atravesamos sencillas zonas plataformeras y usamos nuestro cuerpo para sortear obstáculos o ataques, agachándonos, dando pasos hacia los lados, saltando, etc. La tarea principal es pelear y mientras que el padawan se encara automáticamente con los enemigos, nosotros debemos usar la fuerza con la mano izquierda -dar empujones o elevar enemigos y objetos- y el sable con la derecha, además de esquivar o bloquear ataques.

La sensación que transmite este modo de juego, a pesar de estar bastante limitado y presentar problemas de detección, es bastante buena. El control, aunque no muestra una detección perfecta, consigue que nos olvidemos durante un buen rato de un desarrollo bastante básico y nos haga emocionarnos sintiendo que usamos la Fuerza. Eso sí, a las pocas horas la sorpresa cae y con ella la diversión.

VELOCIDAD, RANCORS Y RITMO GALÁCTICO

Hay otros modos de juego en Kinect Star Wars, que son aún más curiosos, aunque también algo más limitados y especialmente efectivos para partidas rápidas y con amigos.

El modo Rancor nos invita a ponernos en la piel de uno de estos monstruos, que se ha fugado y está causando el pánico en cuatro ciudades diferentes. Para andar debemos imitar los pasos del bicho y girar el cuerpo para que este haga lo propio. Podemos agarrar humanos para lanzarlos por los aires o devorarlos, dar “palmadas sónicas”, aporrear el suelo, saltar o realizar sprints. Aunque a grandes rasgos es un básico arcade en el que debemos sumar la mayor cantidad de puntos posible, la propuesta es bastante original y el control es completo y curioso.

En las carreras de vainas podemos participar en un campeonato con modo historia o en carreras rápidas. Lo cierto es que el control está muy logrado y es entretenido, de tal forma que nos obliga a poner los brazos como si sostuviéramos los mandos del vehículo y nos permite hacer turbos, saltar, etc. Lo malo del asunto es que después de media hora con los brazos estirados como una momia, es inevitable que se cansen muchísimo y nos hagan desear dos cocas: o arrancarnos los brazos o salir del modo de juego… Pues eso, para partidas rápidas.

En el modo Destino Jedi habitualmente combatimos contra grupos de enemigos, pero también hay jefes finales 1 vs. 1. En esos momentos no podemos esquivar ataques y todo se centra en bloquear las estocadas del adversario, hasta que se debilita y podemos atacar. Estos combates son los que componen el modo Duelos del destino. Por mucho que incluya atractivos duelos contra Darth Maul o Darth Vader, lo cierto es que son bastante aburridos…

En último lugar tenemos un modo de juego que ha dado mucho que hablar desde que se filtró: el baile. Es básicamente igual que Dance Central, con la diferencia de que lo que bailamos son temas pop famosos versionados para la ocasión. Un ejemplo: Ridin’ Solo de Jason Derulo se convierte en I’m Han Solo, con el capitán del Halcón milenario dándolo todo en la pista.

Podemos entender que este despropósito desatará la furia de los incondicionales fans de Star Wars. A nosotros, particularmente, nos ha parecido tan ridículo que hasta resulta simpático y tan alejado de lo visto que hay que probarlo.

APARTADO TÉCNICO

Kinect Star Wars no es un prodigio visual, pero sí que recrea bien los escenarios y personajes de la película. A pesar de que hay texturas que hacen sangrar los ojos, los modelos están suficientemente detallados, la iluminación es resultona y es muy colorido. Sin duda cumple para ofrecer una buena recreación de la saga galáctica por antonomasia.

El apartado sonoro brilla con bastante más fuerza, gracias a un doblaje al castellano a la altura de la serie de animación Las Guerras Clon. La banda sonora, sin embargo, es lo que destaca por encima de la media, con las impresionantes partituras habituales de la serie.

CONCLUSIÓN

Kinect Star Wars no es un complejo juego que recree a la perfección la experiencia de ser un jedi, pues está limitado en movimientos y su desarrollo es muy básico. Sí es una sencilla recreación del uso de los poderes de la fuerza que sorprende en la toma de contacto, aunque cansa a la larga. El resto de curiosos modos de juego amplían la variedad y el público que podrá disfrutarlo. La verdad es que hay cosas tan extrañas, como el Rancor o los bailes, que hacen que este juego sea casi obligatorio de probar a pesar de sus taras.

Gráficos: Modelos de estilo ‘cartoon’ y escenarios suficientemente bien recreados, con mucho colorido. 7.

Sonido: Buen doblaje al castellano y mucho mejor banda sonora original. Da gusto conectarlo a un buen equipo que haga temblar las paredes. 9.

Diversión: la toma de contacto con los diferentes modos es buena, pero no tarda mucho en desinflares… 6.

Total: Si tienes Kinect, merece la pena que metas el disco en la consola, pero no que te lo compres para poder jugarlo. Eso sí, busca la forma de probar este juego en algún momento de tu vida. 6,5.

 

Fuente: elEconomista.es





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