Después de Houston y nuestra pequeña escapada gastronómica por la Guayana Francesa nos vamos hasta el norte de España para, en muy pocas entradas, podamos conocer uno de los rincones más bonitos de toda la Cornisa Cantábrica y que es un lugar que recomendaremos siempre.

¿Habéis oído hablar de la Ruta del Cares? Si aún no la conoces o quieres volver a recordar algunos de los rincones de este precioso rincón del norte de España, te invitamos a que sigas con nosotros. Nos vamos hasta la Garganta del Cares, una de las formaciones más impresionantes del Parque Nacional de los Picos de Europa.

Este rincón es uno de los que más visitas tiene de esta zona y podemos hacer el recorrido de diferentes formas como por ejemplo con la bicicleta aunque lo mejor de todo es hacerlo poco a poco y a pie, disfrutando cada momento a cada paso, algo que os aseguro personalmente que se convertirá en una ruta inolvidable y llena de sorpresas.

Antes de comenzar esta ruta hay que tener en cuenta muchos consejos y advertencias de seguridad en la montaña y sobre todo, no podemos saltarnos la normativa porque podemos tener problemas bastante serios, pero simplemente debemos seguir las normas y no pasará absolutamente nada, pero nunca hay que olvidar que esta ruta transcurre por precipicios y barrancos de alturas muchísimo más que considerables.

Esta ruta se encuentra dividida en dos tramos bien diferenciados, los cuales son una distancia más que suficiente como para no ser demasiado confiados pensando que podemos hacerla completa tanto de ida como de vuelta en muy poco tiempo. Por ello siempre hay que contar con un vehículo de apoyo preparado para poder regresar o bien al alojamiento o para desplazarnos.

En muchas ocasiones nos encontraremos con animales domésticos e incluso salvajes, a los que no debemos molestar. Hay que darse cuenta que nosotros pasaremos por esta zona, intentando dejar siempre todo tal como estaba, pero no por ello sin disfrutar al máximo de la ruta.

A la Ruta del Cares podemos acceder por carretera y hay tres puntos de referencia: Poncebos, Caín y Posada de Valdeón. Si elegimos el itinerario en coche hasta Poncebos hay que tomar la AS-1415 hasta llegar a la AS-114 en dirección a Poo. Dejaremos la carretera después de esta localidad, a la altura de Las Arenas y tomaremos la AS-254 que nos llevará directamente hasta Poncebos.

Si lo que queremos es hacer el itinerario en coche hasta Posada de Valdeón, donde por cierto, se hace un queso delicioso y bastante fuerte, tendremos que tomar la A-8 en dirección Oviedo hasta Llovio, para después tomar la N-634 hasta Arriondas. Desde allí tendremos que tomar la N-625 hasta Cangas de Onís.

En esta localidad podemos tomar la N-625 y seguir la carretera hasta llegar al puerto de Pontón por la C-637 para bajar hasta Posada de Valdeón, perteneciente a la provincia de León. Hay que tener en cuenta que este recorrido aunque es bastante largo transcurre por el conocido desfiladero de los Beyos y por el pueblo leonés de Oseja de Sajambre.

Para el itinerario hasta Caín hay que seguir la misma ruta hasta Posada de Valdeón y desde allí, mediante una carretera local, llegaremos hasta Caín. Hay que tener cuidado porque en determinadas zonas la carretera es muy estrecha y además es de doble dirección, por lo que hay que extremar las precauciones.

Una vez conocidas las formas de acceder debemos tener en cuenta que la realización de uno sólo de los tramos de ida y vuelta puede llevarnos más de ocho horas, siempre dependiendo de nuestro ritmo, contando con que la ruta en un solo sentido son aproximadamente unos 21 kilómetros.

El punto intermedio de la ruta es Caín y desde Posada de Valdeón tendremos que tomar una estrecha carretera que nos llevará hasta Cordiñanes, pueblo que dejaremos atrás hasta llegar al conocido como Mirador del Tombo, donde encontraremos la escultura de un rebeco.

No olvidéis llevar la cámara de fotos o de vídeo para registrar este momento porque desde este mirador, ubicado en la parte alta, podemos ver el Collado de la Arena, la Torre del Oso, el Pico de Cabezo Lloroso y el Urriellu o también conocido como Naranjo de Bulnes.

Siguiendo por la carretera que desciende junto al Cares, con una importante pendiente que será el denominador común de la zona, llegaremos hasta la Majada de la Corona, lugar del que dice la leyenda que fue el rincón donde fue coronado el Rey Pelayo y posteriormente llegaremos a Caín, para hacer una parada técnica para tomar aliento y recobrar fuerzas comiendo y bebiendo algo.

Poco a poco vamos poniendo punto y final a esta ruta que aunque ha sido bastante corta aquí, os puedo asegurar personalmente, que es bastante larga si os animáis a hacerla y donde me confieso un verdadero fanático de todo lo que tiene que ver con esta clase de rutas, no solo por Asturias o los Picos de Europa, sino por todas las que podemos encontrar en toda la geografía española.

Vuelvo a insistir en que si finalmente decidís hacer una visita a Asturias, no podéis dejar de hacer esta ruta y llevaros vuestras cámaras, porque encontraréis una excepcional naturaleza, lo que acompañado a las infinitas alternativas y su deliciosa gastronomía, hará que acabéis repitiendo tarde o temprano.

Quiero aconsejaros sobre vuestra forma física, algo a tener en cuenta, especialmente en algunos tramos que puede llegar a ser bastante dura, pero por poco tiempo. Hay que tener cuidado con el sol dado que hay pocas sombras en la ruta y el sol calienta bastante, sobre todo en las horas centrales del día.

Dado que es una ruta de montaña hay que llevar un buen calzado de trekking o bota de montaña dado que hay muchas piedras y guijarros con los que nos podremos torcer el tobillo o hacernos heridas si vamos con calzado no apto. Asimismo es muy recomendable llevar comida y bebida, porque en la ruta no hay ningún local donde poder hacer acopio, a excepción de Caín y Poncebos, así que tened siempre en cuenta que es muy importante hidratarse.

Años después se construyó la actual senda y hoy en día todos podremos disfrutar de este impresionante lugar repleto de naturaleza, puentes, fauna y túneles horadados en la roca viva.

Esta ruta es una de las formas más bellas de pasar desde Asturias a León, haciendo esfuerzo, eso sí, pero ganándonos una gran satisfacción al hacer la ruta, porque para ello hay que acabarla, bien en un sentido o en otro, y si se puede hacerla en ambos.

Otra de las rutas sale desde Caín y pasa por el desfiladero hasta llegar a Poncebos, atravesando los macizos central y oriental, regalándonos la vista con algunos de los paisajes más impresionantes que hayamos podido ver. Todo ello con la tranquilidad de que en esta ruta no podremos perdernos porque toda ella está totalmente señalizada.

Puente de los Rebecos, el de Bollín, la Majada de Culiembro, las cabañas de Ostón, son muchos los lugares que salpican esta ruta que llega al final aquí, en actualidadviajes.com, pero que os está esperando, especialmente durante esta temporada de verano, que es el momento en el que la garganta del Cares gana todo su esplendor.

Es una de las mejores alternativas de trekking que podemos encontrar en toda España y una buena opción para aquellos que están cansados de las vacaciones de sol y playa. No te lo pienses más y prepara con tus amigos o familiares una escapada, no te arrepentirás.

Fuente: ActualidadViajes.com





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