Parece que la promesa de más rápido y cada vez más pequeño de los aparatos electrónicos puede depender de un capricho fortuito, una lámina de un átomo de espesor de carbono.

Los investigadores en el Laboratorio Nacional Oak Ridge ha encontrado que mediante la sustitución de los átomos de carbono con los átomos de silicio, que se llama punto de defectos, que pueden transferir datos a una escala atómica (es decir, muy pequeña) mediante el uso de la luz y los electrones.

Los científicos han demostrado que un pequeño cable formado por un par de átomos de silicio en el grafeno pueden convertir la luz en una señal electrónica y luego transmitir esa señal. El estudio se publica en la revista Nature Nanotechnology.

Los átomos de silicio actúan como antenas miniatura que pueden aumentar la superficie de plasmones de grafeno. Ahora, un plasmón es la excitación de la electrónica en un líquido conductor. Algunos comparan esto a las ondas en la superficie de un estanque.

Co-autor Juan Carlos Idrobo, la Universidad de Vanderbilt, explica en un comunicado de prensa:

“La idea con los dispositivos plasmónica es que puede convertir las señales ópticas en señales electrónicas. Por lo que podría hacer los cables muy pequeños, poner luz en un lado del cable, y esa señal se transforma en excitación de electrones colectivo conocido como plasmones. Los plasmones transmitirán la señal a través del cable, sale por el otro lado y se convierte de nuevo en luz. ”

Al parecer, cuando los investigadores usan metales para los dispositivos plasmónica sólo puede tamaño de cinco o siete nanómetros, y que no hay ningún científico que crea que podría llegar hasta el tamaño de un átomo. Para asegurarse de este experimento es una prueba de concepto, pero que suele ser el mejor primer paso.





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