Suecia se prepara para asistir el próximo 22 de mayo al Bautizo Real de la princesa Estele

La primogénita de los príncipes Victoria y Daniel recibirá el sagrado sacramento del Bautismo en la iglesia del Palacio Real en una ceremonia oficiada por el arzobispo de Uppsala, Anders Wejryd, asistido por el obispo emérito Lars-Göran Lönnermark y el deán de la catedral de Estocolmo, Åke Bonnier. Un acontecimiento que todos esperan con impaciencia, ya que en el país escandinavo, a diferencia de otras monarquías en las que los bautizos de los miembros de la realeza tienen carácter privado, se consideran una ceremonia de Estado. Y, como en tales ocasiones oficiales, volveremos a ser testigos excepcionales de tradiciones centenarias, del encuentro de ilustres invitados, de la elegancia de las damas reales… del ambiente palaciego.

Para que nadie se pierda, la Casa Real sueca ya ha adelantado el programa del Bautizo Real. Arrancará sobre las 11:00-11:45 horas con la llegada de los invitados al Palacio Real y a la iglesia del palacio; seguirá entre las 12:00 y las 13:00 horas, con la celebración religiosa, y por último de las 13:15 a las 14.30 horas con una recepción en la denominada planta Bernadotte de palacio con la que los reyes obsequiarán a sus invitados. Y ellos corresponderán con donaciones a la fundación creada por Victoria y Daniel de Suecia para impulsar la buena salud y combatir la exclusión de niños y jóvenes de Estocolmo como regalo de bautizo.

Apenas cuatro horas plagadas de tradiciones e historia, como la magnífica pila bautismal de plata. El primer miembro de la familia real que fue bautizado en ella fue el futuro Gustavo III en 1746. Aunque el lugar para los bautizos reales varíe, siempre se usa esta pila bautismal, de 106 centímetros de alto, diseñada a finales del siglo XVII por el arquitecto de palacio Nicodemus Tessin El Joven y construida en Estocolmo por el herrero francés J.F. Cousinet entre los años 1696 y 1707. Otra tradición muy antigua es la de los padrinos. En el bautizo del duque de Småland en 1782 en la iglesia de Palacio se colocan sillas doradas en el coro para los padrinos. Los reyes de Prusia y de Dinamarca no estuvieron presentes en persona, pero sus sillas estaban allí y en ellas se colocaron retratos suyos. Y es costumbre también que sea siempre el arzobispo el que oficie los bautizos reales.

Fuente: hola.com





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