Borja Thyssen ha vivido desde niño rodeado de guardaespaldas, que han sido como su familia a partir del momento que su madre pasó a ser la esposa del barón Thyssen. Sus padres le pagaron su seguridad hasta que rompió su relación con su madre, y cada uno empezó a costear sus propios escoltas.

Pero lo más interesante es que los guardaespaldas de los Thyssen no han sido nunca los tradicionales, que acostumbran a estar simplemente a la sombra de sus protegidos. En muchas ocasiones, se han visto envueltos en los asuntos turbios en los que se han visto envueltos los miembros de la familia. Un buen ejemplo es cuando se difundió por los medios una historia falsa de relación sentimental entre uno de los guardaespaldas y Blanca Thyssen, estando ya casada con Borja.

En la actualidad, los guardaespaldas de Borha Thyssen, y su familia, también son noticia, en parte por realidad y en parte por rumores difundidos por los que acostumbran a diseminar bulos sobre ellos. Se ha dicho que ya no los mantienen, y es verdad. Las discusiones vienen acerca de los motivos.

Los rumores apuntan a que Borja y su mujer han decidido prescindir del trabajo de sus guardaespaldas porque la crisis les afecta hasta el punto de haber decidido suprimir el gasto que representan sus sueldos. En cambio, el portal Vanitatis afirma que la pareja ya no tiene escoltas porque , primero, la tregua de ETA ha modificado la vida de muchas personas que, como los Thyssen, eran objetivo de la banda terrorista. Y, segundo, los Thyssen han decidido trasladarse a vivir a la prestigiosa urbanización madrileña de la Finca, donde tienen a su servicio un nivel de seguridad a prueba de cualquier problema. Tan solo siguen usando un guardaespaldas cuando salen a actos públicos.

Fuente: todocorazon.com





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