El domingo nos dejó uno de los maestros del cómic que aún permanecía no solo vivo, si no en activo: Joe Kubert. Algunos de los más jóvenes lo asociaran como el padre de Adam y Andy Kubert, pero para los que ya tenemos una edad, Joe Kubert era una leyenda viva. Una carrera llena de historias, las más gloriosas a mi entende en el género bélico, tan de capa caída pero que en su momento dio al mundo del tebeo un buen puñado de colecciones dignas de ser revisadas hoy día para mostrar cómo se hace un tebeo: Sargento Rock, The Haunted Tank, GI Combat, Enemy Ace, El Soldado Desconocido, Tales of the Green Beret… De hecho la faceta didáctica la acabó llevando a la práctica fundando la Kubert Comic School, de donde han salido algunos talentos que hoy día se ganan las habichuelas en la industria (sus hijos entre ellos).

En la DC encontró su sitio en series como Hawkman, donde desarrolló el personaje creado por Gardner Fox y Dennis Neville hasta límites que hoy día son impensables. Precisamente su último trabajo hubiera sido una miniserie llamada Joe Kubert Presents, donde el primer número estaba dedicado a Hawkman, pero la muerte lo ha llamado a la edad de 85 años, dejando como última colaboración sus números para Before Watchmen: Buho Nocturno, junto a su hijo Andy y J.M. Straczynski en los guiones.

Fuera del género de superhéroes para la DC, creó Tor, una especie de Tarzán prehistórico, además de unas cuantas historias de corte personal, pero siempre con lo bélico como trasfondo, que obtuvieron críticas muy favorables, como por ejemplo Fax from Sarajevo (publicado por Planeta en nuestro país) o Yossel: 19 de abril de 1943 (éste por Norma).

Descanse en paz maestro.

Fuente: ActualidadComic.com





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