El cofundador y presidente ejecutivo de Facebook lo dejó claro cuando no asistió a la primera gran sesión informativa sobre la red social con analistas y banqueros la semana pasada. La reunión fue la primera de las muchas que se llevarán a cabo en el período previo a una oferta pública inicial, que podría valorar la compañía en cerca de 100.000 millones de dólares (74.968 millones de euros).

La desdeñosa actitud de Zuckerberg no es exclusiva entre las compañías de élite de Silicon Valley, pero podría convertirse en un problema con los inversores debido al enorme control que él ejerce sobre Facebook a través de acciones especiales.

“No creemos que deba estar escondiéndose de los inversores”, ha comentado el director del departamente de estrategias de capital del sindicato Hermandad Internacional de Camioneros, Carin Zelenko, cuyos fondos de pensiones de más de 100.000 millones están invertidos en mercados de capital.

“Quiere que los inversores pongan su dinero detrás de él, confiando en él personalmente, como la persona que construyó esta compañía y que la va a dirigir y controlar. Él debería ser el que rindiese cuentas a la gente que está invirtiendo”, ha enfatizado.

Según Zelenko, el sindicato enviará una carta a los administradores de los diversos fondos que tienen aconsejándoles que tengan cuidado con los riesgos a largo plazo asociados con invertir en Facebook como consecuencia de su estructura de gobierno corporativo “anti-inversor”.

Dos personas que asistieron a la reunión de Facebook del 19 de marzo destacaron la ausencia del joven presidente ejecutivo y en privado dijeron que esperaban al menos una breve aparición.

Un analista preguntó cuál sería la implicación futura de Zuckerberg. En respuesta, la compañía dijo que las expectativas deberían ser bastante bajas, según uno de los dos que estuvieron en la reunión.

“Los inversores están locos por querer meterse en la cama con una compañía donde la persona que la controla ni siquiera finge interés por el resto de los accionistas”, ha comentado Greg Taxin, de la firma de inversión activista Spotlight Advisors, que no va a comprar acciones. “Eso parece una receta para el desastre”.

La compañía aún no ha declarado públicamente si Zuckerberg participará en la gira de los inversores antes de la salida a bolsa o en las teleconferencias de beneficios trimestrales cuando la compañía empiece a cotizar. Facebook no quiso hacer comentarios sobre el nivel de implicación previsto de Zuckerberg con Wall Street.

AUMENTO DE LA RESPONSABILIDAD

Zuckerberg no es un ermitaño. Habla habitualmente en eventos para presentar nuevos productos y da entrevistas a medios de comunicación. Pero ha impresionado menos en algunas de sus recientes apariciones sobre el escenario y el carisma que desprenda será más importante cuando asuma el papel de liderar una de las compañías más grandes y de mayor presencia pública del mundo.

Los partidarios de Zuckerberg señalan que el emprendedor, designado Persona del Año 2010 por la revista Time, se muestra cada vez más cómodo siendo el centro de atención, haciendo apariciones en programas de televisión como “The Oprah Winfrey Show” y “60 Minutes”.

También está respaldado por un experimentado equipo directivo, como la directora de operaciones, Sheryl Sandberg. Ex ejecutiva de Google, Sandberg tiene un estilo público muy pulido y es una experta en asuntos financieros. Muchos esperan que se convierta en el rostro público de Facebook con los inversores cuando salga a bolsa. Eso vale para algunos en Wall Street.

“A mí me gustaría siempre tener acceso al presidente ejecutivo, pero lo mejor que puede hacer con su tiempo es dedicarlo a dirigir la compañía”, ha afirmado Dan Niles, responsable de inversiones de AlphaOne Capital Partners. “Me preocupa más un CEO que parezca pasar demasiado tiempo hablando con Wall Street y los medios de comunicación”.

Por ser una empresa cerrada, respaldada sobre todo por capital de riesgo, Zuckerberg ha logrado disfrutar de una gran libertad para elegir cómo pasar su tiempo.

Pero después de que la firma salga a la bolsa, controlará el 56,9 por ciento de las acciones con derecho a voto gracias a una estructura de títulos de dos tipos y acuerdos con algunos de los primeros inversores, y podría enfrentarse a presiones para que esté más disponible.

 

Fuente: elEconomista.es





Etiquetas: ,

Comments are closed.