Surface, el tablet con el que Microsoft espera derrotar al iPad

El infierno se ha congelado. Steve Ballmer ha subido al escenario para presentar el nuevo tablet de Microsoft y en lugar de características técnicas y opciones de configuración, todo lo que hemos escuchado ha sido acerca de la importancia de desarrollar hardware y software de forma integrada, pantallas diseñadas para que sus píxeles sean invisibles al ojo humano, bordes cuidadosamente cortados en un ángulo de 22º, conectores magnéticos, la maravillosa experiencia de acoplar la cubierta (aquí, también teclado) alineándose perfectamente gracias a la distribución de imanes o el sonido que produce al cerrarse.

No, no es Apple, son los chicos de Microsoft y han llegado a la ciudad preparados para la acción. ¿Lograrán triunfar donde otros han fracasado frente a Apple? Los de Redmond ya han mordido el polvo con toda una generación de tablets PC y el ni tan siquiera comercializado Microsoft Courier, pero ya sabéis lo que dicen… ¿a la tercera va la vencida?

Surface es la demostración física de la estrategia con la que Microsoft ha decidido afrontar la llegada de la era Post-PC; una estrategia iniciada con Windows 8 y que difiere radicalmente de la de Apple. Mientras que la manzana parece decidida a diferenciar claramente los dispositivos iOS de los Mac, evolucionando ambos de forma paralela pero sin tratar de hacerlos converger (al menos de momento), Microsoft considera que en realidad no existe tal cosa como la era Post-PC. Su tablet no es un tablet, es un PC diseñado para poderse utilizar como un tablet, pero que se mantiene fiel a su herencia sin atreverse a romper con el pasado.

Solo hay que ver la versión de Surface con Windows 8 Pro funcionando con el escritorio clásico para darse cuenta de ello: desde la interfaz y el uso del ratón a los formatos de archivo y la estructura jerárquica de directorios. Todo sigue igual, solo que saltando constantemente del escritorio clásico a la interfaz metro en función de la aplicación que ejecutemos. De PC a Post-PC y vuelta atrás.

“Microsoft con Surface hace una de las apuestas más arriesgadas de su historia, intentando salvar el concepto de PC a costa de cambiar la estrategia que ha venido desarrollado durante décadas” – Antonio Ortiz sobre el cambio de estrategia de Microsoft

La versión Windows RT de Surface es un animal completamente distinto y en realidad probablemente termine siendo el verdadero rival del iPad, quedando su hermano mayor con arquitectura x86 como algo a medio camino entre los tablets y los ultrabooks con defectos y virtudes de ambos. El modelo ARM es el único que se aproxima a lo que los consumidores esperan de un tablet y si Microsoft juega bien sus cartas y logra atraer a los desarrolladores, probablemente sea el modelo en el que veamos cosas más interesantes.

¿Un digno rival? Probablemente el único rival

Dos años y medio después de la presentación del iPad original, ningún fabricante ha logrado hacer frente al tablet de la manzana. HP y WebOS cantaron una triste canción; el PlayBook de Blackberry tan solo ha acelerado el camino a la perdición de los canadienses; y la piara de tablets Android han fracasado al tratar de replicar el indiscutible éxito que el sistema operativo de Google ha logrado en los smartphones. Tan solo Amazon parecía haber dado con la fórmula del éxito gracias a un ajustado precio de salida y una razonable oferta de contenidos pero incluso los últimos datos de estos apuntan un truncado final.

Con este cuadro, tan solo Microsoft parece tener verdaderas posibilidades de éxito, aunque como ya demostró el fracaso de Zune frente al iPod, ni tan siquiera ellos las tienen todas consigo. En una parte de la balanza tenemos una compañía que definitivamente está aprendiendo de sus rivales, perfectamente capaz de fabricar hardware de calidad y con recursos y voluntad suficientes como para asumir riesgos. En la otra parte, la dificultad de ganar tracción en un mercado al que llegan los últimos (como están viviendo en sus propias carnes con la tibia acogida de los terminales con Windows Phone 7) y en el que Apple ha sabido hacer que iPad y tablet sean no solo sinónimos sino también la primera opción de los consumidores.

Me atrevo a predecir que la marca Windows va a jugar más en su contra que a favor, confundiendo a propios y extraños con las diferencias radicales entre los modelos Windows RT y Windows 8 Pro, y también con lo que hasta ahora era un equipo Windows. La omisión de cualquier referencia a precio o disponibilidad también señalan el auténtico reto al que se deben estar enfrentando de cara a poder ofrecer un precio competitivo frente a los 399 dólares del iPad 2 (por no hablar del rumoreado iPad mini).

¿Su mayor oportunidad? Sorprendernos con algo que convierta Surface en el compañero perfecto de la Xbox, quizás incluso interactuando con ella de un modo similar al mando de la Wii U (con lo que matarían dos pájaros de un tiro). ¿Su mayor debilidad? Ser más de lo mismo con los mismos problemas de siempre (minuto 13 de la keynote) y algunos nuevos como la ausencia de software.

Al final, los consumidores tendrá la última palabra pero una cosa es segura: nos esperan unos meses realmente interesantes en el mundo de los tablets.

Fuente: applesfera.com





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